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Ya estoy en otro lugar
alejado del lugar que ya no estoy.
Porque las personas vamos y venimos
mientras los lugares están en su lugar.
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El día amaneció triste pero soleado,
no tengo ganas de nada sólo de nada.
Como un árbol o un contenedor de basura
que ven pasar los coches abandonados.
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Tengo de todo y me faltan muchas cosas.
No puedo quejarme pero si puedo escribirlo
como un poema o un libro que nunca leímos.
Todo el que escribe es crucigrama de su ser.
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Hay momentos en la vida que no los vives
como el dormir o el estar sin saber que estás.
Qué será de mí dentro de mil años
seguirán otros lo mismo que nunca hicimos.
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La ruleta de la vida sólo es continuidad
de números sin final.
Para qué y por qué venimos.
Para ser marionetas de los de aquí y del de allá.
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Soy un ser perfecto en un mundo de imperfecciones
humilde de sabiduría y rico de apellido.
Mis padres como los faraones ya vivieron.
Amigos ni me importan otros tampoco.
Mundo de verdades que en mentiras se oculta.
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Mujeres por todas partes.
Hombres para maricones.
Risas muchas. Lágrimas las justas.
Gobernantes para que los aten.
¡¡¡SEÑORES HAGAN JUEGO!!!.
NO VA MÁS.
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Eloy Peña.
Hay días sosos y aburridos como también hay días de euforia, todo puede suceder en esta ruleta que es la vida.
ResponderEliminarBesos y feliz tarde.
Me alegra saber de tí aunque no sepa nada, María.
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El rojo de tus poemas y el negro de su lencería.
Par o impar según sea el día.
Pase y falta como lo nuestro.
Decenas, sesenas que forman los días.
36 números más el cero.
Ruletas. Ruletas que jugamos... día a día.
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Feliz tarde y besos.