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Con la vista perdida
miro lo que no veo
mientras pienso
que no pienso nada.
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Es como el subir
cuando estás bajando
porque estás quieto
bajo lapida de mármol.
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Me gustan los muslos de la liebre
también los de mi vecina
cuando me hace la paella
con su conejo depilado.
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Es difícil escribir
como entender lo que digo
pues si no digo nada
para qué molestarse en leerlo.
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Pero si lo lees
morder tus labios quisiera
bajo sabanas de seda
hasta dormirnos de amor.
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Mañana será un nuevo día
hasta que llegue la noche vieja
como el pasar del tren
por camino empedrado.
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No sigo. Me emociono.
Cuando no sé lo que escribo
sobre un papel mojado
mientras me voy nadando.
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Eloy Peña.
De ahí el dicho: "que no ten den conejo por liebre... como les ha pasado en el PSOE".
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