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Te quiero tanto mi Juletta
que subiría contigo
a la cumbre más alta.
Los dos solos.
Entre la tierra y el cielo.
Las nubes y las estrellas.
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Nada impediría lo nuestro
ni tus padres, marido o hermana.
Nuestro amor es sólo nuestro
como volcán en llama.
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Abrazados. Besándonos.
Después con tu permiso
te empujaría por un acantilado
para morir de amor.
Porque sin tí
sé, que no podría vivir...
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Eloy Peña.
Buf ese final hace temblar, amigo Eloy, mejor que sigan viviendo abrazados.
ResponderEliminarMe encantó tu poema, siempre tan original, chapó.
Besos y feliz tarde.
Quise cambiar el final de la tragedia del gran maestro William Shakespeare. Pero perdería el encanto de morir de amor.
EliminarPodía ella haberle empujado a él y haberse buscado otro amante... pero se querían tanto que no pensaron en escaparse de sus negativas familiares.
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Lo siento. A veces el amor es cruel... como el vivir de las rebajas del Corte Inglés.
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Espero que lo nuestro termine con tu final...
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Un beso, Juletta... digo María.