EL REAL MADRID DE LOS BORBONES EN INVIERNO...

  Tengo un primo por parte de mi novio que es científico pues su padre trabajó como bombero en la plaza de toros de las Ventas en Madrid (España). Hace unos días le invité a comer en un lujoso restaurante de Madrid del que es propietario. Hablando y hablando... entre plato y plato... me dijo: "Que estaban a punto de descubrir la penicilina en pastillas, porque habían mezclado genes de miembros del PP con miembros del PSOE y, habían llegado a la conclusión, que los dos no son más que muchos ya fallecidos, como las hojas que caen de los árboles una vez que son talados". De ser cierto lo descubierto Rajoy podría firmar un pacto para construir viviendas protegidas en Irak con el visto bueno de Aznar o también, que en España y provincias separatistas desapareciese el paro eliminando las oficinas de INEM.
  Después de los postres y acompañados de un buen puro de Fidel Castro echamos un pulso para ber (con v) quien fregaba los platos, como siempre gané yo, porque a mi primo le amputaron los brazos por meter las manos a todo lo que se le ponía a su alcance, en Iran. Una vez en la calle y cruzando el semáforo en rojo (no Carrillo) le atropelló un coche de bomberos (como su padre); le acompañé al tanatorio donde me despedí porque tenía una partida de cartas con unos amigos carteros (ladrones de carteras). Por la mañana trabajan en correos u orgasmos del prostíbulo del Ayuntamiento de Madrid en la plaza donde los del Madrid celebran sus derrotas contra el Barça.

  Y es que la vida es un conjunto de acontecimientos que transcurren con el paso del tiempo al mismo tiempo que nosotros viajamos en el tiempo, aunque el tiempo sea frio como ahora o caluroso como ayer. Como dijó quien todos sabemos pero ignoramos por nuestra falta de memoria mental o lo que sería lo mismo: "cuando leas lo que no quieres leer tendrás un grave cargo de conciencia por no haber leido lo que no está escrito como mis poemas y versos que me salen del alma pero no sé, ponerlos en una hoja de papel". FIN.

Eloy Peña Rico, denunciante oficial del Ayuntamiento de Madrid.