No hay mejor viaje
que el de los pensares;
cuando son recuerdos
de nuestras verdades.
Sean buenas o malas
tristes o añoradas;
pues son de un pasado
con él hemos viajado.
Desde aquí hasta allá
sin líneas ni fronteras;
por unos y por otros
pues el tiempo los lleva.
De niña a niño
de mujer a hombre;
con amor por amores
unos cortos otros largos.
Recordando a ellas y a ellos
los que dejamos, los que perdimos;
a los que nunca llegamos
porque largo era su viaje.
Caminos que fueron
como la sangre y el aire;
ahora quieto y sentado
con los ojos cerrados, viajo.
Eloy Peña.