sobre pájaros en calma;
mientras la mar agitada
devuelve al rio sus aguas.
Tus miradas las veo
mientras no me miras;
los besos y los abrazos
en recuerdos los guardo.
Sujeta mi mano amputada
cuando acaricio tus muslos;
mientras apago la luz
que nos viene del cielo.
Me agrada esperarte
cuando estás conmigo;
tu cuerpo me relaja
como incienso divino.
Quisiera dormir tu sueño
mientras sueñas el mío;
para sonar los dos
que dormimos unidos.
Enséñame a quererte
aunque pierdas la vida;
para que cuando muera
aún sigas siendo mía.
Eloy Peña.