De siempre duermo conmigo
aunque luego sueñe contigo;
sin ser ni arena ni trigo
puedo escribir lo que escribo.
Aunque nunca exprese nada
de mí mismo, me río;
como llora un nacido
después de haber sido parido.
La locura es mi destino
si supiese su camino;
muchos me dicen que siga
pero me encuentro perdido.
Entre dudas me muevo
a pesar de no saber nada;
pues el pensar me cuesta
cuando la ignorancia llama.
Ser o no ser dijo la nube
entre rayos y truenos;
las ventanas se cierran
hasta que la noche vuelva.
Todo lo escrito
merece el olvido;
igual que su recuerdo
quedará conmigo.
Eloy Peña.