De un polvo venimos
para seguir echando polvos
en un polvoriento mundo
hasta volver a ser polvo.
Polvo sobre el suelo
también en los muebles
polvos que se pagan
entre polvos que regalan.
Polvos en playas y en desiertos
también en el aire o en el viento
para el niño escocido
hasta para maquillar al muerto.
Sin polvos no seriamos
ya sean por amor o de vicios
Dios dijo a todos los humanos
crecer y multiplicaros.
Eloy Peña.