No quiero más dinero
para no tener que guardarlo;
sólo lo quiero para jugarlo
lo que sobre para gastarlo.
Tanto tengo que nunca se termina
aunque lo vaya tirando;
como las grandes fortunas
que a pocos, lo han ido robando.
De abuelos, padres a hijos
como los reyes con sus reinados;
la iglesia con sus pecados
los bancos timando y hurtando.
No quiero más dinero, te lo regalo,
dime a que lugar te lo mando;
para poco a poco írtelo quitando
para volver donde siempre ha estado.
Eloy Peña.