Tímido para mirarme en tus ojos
también para decirte lo que siento
por ello le doy mil vueltas
porque no sé ir directo.
Te lo digo en este poema
por ser mujer y hembra
también madre
casada o soltera.
El amor y el sexo
de iglesias no entienden
sólo lo saben
los que viven de ellas.
De ahí las dudas y miedos
de un infinito misterio
del que nadie es nadie
aunque muchos nos engañen.
Desde el último astro
todo se ve muy fácil
las mentiras y las verdades
lo afirmo susurrando al aire.
Mujer si hablas con él
pregúntale si te dejé de querer
pues sólo yo y él
sabemos que nunca pudo ser.
Eloy Peña.