No quiero pensar
lo que nunca pienso
para seguir siendo
al que no entiendo.
Mi riqueza es la ignorancia
tengo tanta que ni la cuento
sólo quiero saber
que vivo en mi cuerpo.
También que sueño
dormido y despierto
que puedo ver el cielo
hasta con los ojos cerrados.
Observar el mar
tranquilo o inquieto
por los maremotos
o vientos huracanados.
Mientras pasa el tiempo
sus horas sus años
entre enormes miserias
de conocidos y de extraños.
Porque son rebaños
de animales cualificados
donde sufren los más preparados
para que los ignorantes vivamos.
Eloy Peña.