La pobreza y la miseria
con las malditas guerras
muchas veces consiguen
avivar la inteligencia.
Qué te voy a contar
que tú ya sepas
si la ignorancia te controla
tu penoso pensar vacío.
Sólo llevas la cabeza
encima del cuello
como las uñas en los dedos
o en el sobaco los pelos.
No crees en Dios
pero si en lo que te cuentan
por ser un enfermizo fanático
que nunca tendrás cura.
Valoras lo mundano
también las mentiras
por ser solamente un trozo
de carne con huesos.
No te ofendas
por ser un mal nacido
en un mundo maldecido
y como Tierra conocido.
Puedes llegar a ser
una persona importante
el poder y el dinero
no distinguen a los falsos.
Los poemas narran
el amor y la belleza
pero casi ninguno
las cosas que yo escribo.
Eloy Peña.