Ayer en la manifestación a la que no fui porque me pillo en Madrid... Me hubiese gustado haber podido compartir mis conocimientos, "desconocidos", con el resto de manifestantes que tampoco fueron. O bien, porque ya habían fallecido o por no estar en condiciones de ver en primera linea, "lo que no vale la pena", porque no merece ni un solo minuto del reloj de la Puerta del Sol en un día nublado, del febrero de ramos.
Las calles se llenaron de gentes venidas de todas partes hasta del mismo Madrid; cuna, de copas de alcohol y de fútbol. La gente unida gritaba, reía y pedía al gobierno que dejase que el SEÑOR se les llevase pronto. Para dar paso a otros... que seguro, que intentarán no llegar al suicidio que embarga a los que de su vida hacen la rutina de vivir por vivir. Como cuentan los que no cuentan nada... con palabras, que les salen del corazón; como la artería aorta antes de ser cortada para hacer sangre, frita.
Sé que mi forma de expresarme no es la correcta en un País donde el más "gilipollas" puede llegar a ser alguien aparte, de gilipollas. Como dijo el sabio: "por más que te escondas terminaras por ir a cagar o a mear... como hacen los Papas o los Reyes aunque lo nieguen. Como Pedro hizo con Jesús antes que le embargasen la carpitería a su padre, José (PP para sus seguidores del sindicato de la madera con carcoma, franquista). FIN.
Eloy Peña Rico, denunciante oficial del Ayuntamiento de Madrid.