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Cuando veas la mar embravecida en calma
o sientas que el viento no mueve las hojas.
Cuando llores de risa o rías de pena
por culpa de que tu mente ya no funciona.
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Es que ha llegado la hora donde ya no hay tiempo
donde nada tiene sentido.
Como comer del plato vacío
o beber del rio que nunca ha existido.
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No des vueltas a lo que escribo, no lo podrás leer.
Eres tú, sin ser lo que eras. Eres de carne no de cera.
Te miro y te hablo pero sólo eres un bulto.
Que parece que ve y oye como un árbol en otoño.
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Tú, me diste la vida, mi vida. Ahora observo tu vida.
¿QUÉ VIDA?. ¿Respirar, vegetar sin poder recordar?.
Como una muñeca de goma. Qué pena, señora.
No entiendo a los que luchan contra el tiempo.
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Pues tenemos sólo nuestro tiempo de vida.
No somos conejos de indias ni ratón de laboratorio.
No quiero más vida que la vivida.
No quiero regalos de tiempo
para que jueguen haciendo...,
más larga la agonía.
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Eloy Peña.