La chavala está llenita
y al darse la vuelta en la cama
al suelo me ha tirado.
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Antes me la había tirado
pero de otro modo.
Porque en el sexo
soy un maestro diplomado.
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Por ello, a mis clases vienen.
Se corre la voz y se corren ellas.
Muchas no terminan el curso
por si preñadas se quedan.
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Hasta a religiosas
he desvirgado.
Piensan que soy el dios
que las piernas las abre.
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Señor, perdónalas a todas
son inocentes criaturas.
Que cansadas de orinar
sólo quieren experimentar.
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Eloy Peña.