Qué mayor placer
puede hoy haber;
el saber sin dudas
que seguimos estando.
Vida de vivos,
que cuerpos mantiene;
al acostarnos, al levantarnos,
mientras los tiempos se añaden.
Tú en tu mundo lejano
yo en el mío cercano;
no son dos mundos
aunque estén separados.
Unidos por el aire
entre el cielo y la Tierra;
con corazones latiendo
mientras la sangre navega.
Te quiero vida mía
sin haberte nunca conocido;
porque te siento conmigo
como al infinito que no llego.
Locura de amor
que nadie me cura;
ni siquiera yo quiero
para vivirla contigo.
Sólo te pido un tiempo
para cumplir mi deseo;
espérame sin prisas
el destino no avisa.
Eloy Peña.