Anoche, bajé a un bar (La Casa Popular de mi amigo Pepe) para ver la entrevista a Rajoy porque se me habían terminado las pilas a mi radio de galena. El bar estaba casi lleno (el dueño, la dueña, sus 10 hijos, suegros, abuelos, nietos, los camareros y tres clientes). Pedí una cerveza y unas aceitunas crudas para hacer boca... Al salir el presidente todo el mundo le aplaudía como posesos (son afiliados al PP desde que Fraga les vendió en bar).
Rajoy, en principio, se le veía seguro de lo que no decía... atrevido y sin babas por la barbilla. Los periodistas preguntaban para lucirse sin saber lo que preguntaban - Hubo un momento... que a Rajoy se le escapó un pedo por la boca, pero nadie dijo nada - Al rato... pasé de la cerveza a la horchata, con patatas bravas de Victorino.
En los diferentes temas se observaba que Rajoy de tonto no tiene ni un diente (dentadura postiza). Contestaba como un libro cerrado... tonterías y utopías típicas de un retrasado de cerebro a lo Frankenstein. Estaba contento con sus medidas laborables... a pesar, de que sabía que no eran populares por absurdas - Del dinero que no teníamos pues lo habiamos gastado en pisos, apartamentos, coches, motos, joyas, viajes, vicios, juegos, drogas, armas, tabaco de contrabando y en el buen, vivir. Terminada la horchata... pedí una sangría con fresas de Aranjuez.
El banco central europeo, decía Rajoy... nos prestará lo justo. Porque no se fía de su gobierno ni de Eurovegas en el Palacio Real (dentro de 25 años) - De que no tocaría las pensiones ni los hoteles - Tampoco subiría el IVA porque lo acababa de subir - Pondría impuestos nuevos que estaban por inventarse... algún viernes, venidero - También habló de lo bien que volverá a estar el País cuando venga Alicia Esteban y sus maravillas.
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Añadió, que España no necesita del petróleo que extrae del río Manzanares ni del turismo que no viene - El debate se animaba... prueba de ello es, que la dueña del bar con las bragas en la mano gritaba: ¡¡¡BRAVO, PRESIDENTE, BRAVO!!! - Entonces, la pedí unas gambas al ajillo con nata montada del Canadá.
Rajoy, reconoció en público que el pueblo no les entendía, porque no sabían explicarse... por ello, llegó, a donde está ahora.
Habló y habló... de Francia de Alemania pues de España no sabía que decir. "Como no sabía cómo llegó a presidente de su partido y hoy, de España y provincias separatistas". Después se lebantó (con v) tranquilamente (ayudado por su guardia mora) y se marchó. Yo, para terminar, pedí la cuenta con una copa de anís del mono... y un poleo de menta sin gas.
En resumen, un monólogo de besugos... en un mar de agua dulce del África tropical en el desierto de Almería. FIN.
Eloy Peña Rico, denunciante oficial del Ayuntamiento de Madrid.
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