Lo sé, lo vivo y siento,
estás a mi lado;
pero piensas en él,
tu cercanía ya es lejana.
Parece que fue ayer
cuando locamente
te enamoraste de mí.
Dejé mujer e hijos
familia y amigos;
tú, me lo pediste.
Vivimos lejos de todo
por los daños que dejamos;
los años eran semanas
el tiempo no importaba.
Éramos tan felices
que nos reíamos de todo;
pero el dinero se me terminó
tu amor también, por ambición.
Entonces, le conociste a él,
adinerado y más joven que yo;
desde aquel día...,
ya no sentías lo que sentías.
Dejo está carta en la mesilla
cuando despiertes, léela;
no me voy porque quiera
me marcho, pues te he perdido.
Seguiré queriéndote
hasta que me muera;
te deseo lo mejor
con el dolor de mi corazón.
Gracias por lo vivido
pero tengo que cumplir;
una sentencia, que no es castigo,
por haber abandonado a los míos.
Te llegará una rosa cada día
para que no olvides lo querido;
porque hace tiempo fuiste mía
ahora son los míos y tu vacío.
Eloy Peña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
SÓLO COMENTAR CUANDO NO SE SEPA QUE DECIR
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.