Te miro y te sigo mirando
cada vez que pasas andando;
con un andar embrujado
como vientos lanzados.
No hay andares
que superen los tuyos;
porque vas como bailando
sobre nubes de seda.
Espero algún día
ser tu pareja de danza;
con música que encienda
a dos cuerpos callados.
Que nos hagan oír
los silencios lejanos;
para susurrarte al oído
que por fin hemos bailado.
Eloy Peña.