No me importa volar entre rayos
ni subirme al sol por la noche
cuando aún no quema.
cuando aún no quema.
No me importa que no me quieras
ni que nunca tus besos y abrazos me vuelvan.
Sólo me importa que seas feliz
con la persona que tengas
a la qué, de verdad sientas.
a la qué, de verdad sientas.
Que te haga vivir
lo que no pude conseguir.
Los celos nos cegaban
no nos dejaban ver la realidad;
éramos personas enfermas
llenas de sombras y de penas.
Ahora soy diferente
sólo quiero la cama
para en ella dormir.
Sin hombres,
ni falsos despertares.
Con el amanecer
del cantar de los pájaros;
mirar lo cerca
que estoy de los sueños
que estoy de los sueños
de las nubes o del cielo;
jugar con mis perros
observar la lluvia sentir el viento.
Comer del puchero...,
sin promociones ni ofertas.
Charlar con personas normales
que no hablan de política ni de futbol
sin mentiras que al alma hieran.
Sé, que pocas cosas merecen la pena
sólo las verdaderas, las que no engañan;
por carecer de límites y de fronteras.
Te dedico este poema
porque soy mujer, madre y hembra.
por carecer de límites y de fronteras.
Te dedico este poema
porque soy mujer, madre y hembra.
Eloy Peña.
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