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Tú, enfrente de mí.
Cara a cara.
Me mirabas a los ojos
mientras en los tuyos
los míos observaba.
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De nácar eran
como de diosa sagrada.
Ni blancas ni negras.
Dos perlas verdes
del color de la esperanza.
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Tú, enfrente de mí.
Cara a cara.
Me mirabas a los ojos
mientras en los tuyos
los míos observaba.
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De nácar eran
como de diosa sagrada.
Ni blancas ni negras.
Dos perlas verdes
del color de la esperanza.
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Mirada que quedo grabada
por unos ojos que hablaban
como estrellas del cielo.
como estrellas del cielo.
Hace tiempo tuve anhelos,
ilusiones y sueños.
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Me decías lagrimeando
no te olvides vida mía
el amor se nos aleja
pero ni se olvida ni nos deja.
Nunca podremos olvidarlo.
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Ha pasado mucho tiempo
otra vez ví aquellas perlas.
Me miraron con descaro.
Fijamente y con enojo
noté mucho desprecio.
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De unos preciosos ojos
que por mi lloraron.
Ahora y añorando
pregunté, si con el tiempo
tus recuerdos se cegaron...,.
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Eloy Peña.
Excelente !
ResponderEliminarBuen 2017...
Gracias por dedicarme un poema, Eloy, eres muy amable.
ResponderEliminarMuy bello poema, que sin conocerme, me has soñado pintándome versos y ojos a tu manera, muy bello todo, Poeta.
Gracias, de nuevo.
Un beso.
Gracias a tí por aceptar el poema; malo o bueno... sólo es una muestra de respeto y de cariño.
EliminarDices que no te conozco, ¿quién se conoce?. Nadie sabe cómo puede reaccionar en repentino momento desconocido, de sombras o de dudas.
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Me gusta tus Blogs por forma de decir escribiendo y, las fotografías, que acompañan.
Seguiremos nuestros caminos... pero desde ahora... tendremos un recuerdo nuestro; el de un poema que te he escrito y tú has leído.
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Salud, suerte y un beso, María.