Hoy, en el parque del Retiro de Madrid (España) me he encontrado con un viejo sinvergüenza que conocí en la cárcel cuando me dedicaba a traficar con el director de la misma. Nos sentamos en un banco y casi suena la alarma... porque el bulto sospechoso era un notario que fue echado del Colegio Notarial. Pues confundió su carrera con un burdel de hacer dinero al precio que fuera o fuese como su primo Rato.
Entre la muchas tonterías que me dijo (la dura oposición deja huella) que si su madre aún era virgen, atea y del Opus... o que tiene miedo por su futuro ya que lo tiene más negro que el felpudo de Michelle Obama teñido de oscuro.
Porque desde que dejó de echar autógrafos... a cambio de pasta, su vida es una ruina y no sabe si comprarse una bicicleta o poner un manillar a la taza del vater. Ya que el psiquiatra no atina con su enfermedad y piensa que en el fondo es solo un gilipollas con dinero.
Cogimos una barca y dimos muchas vueltas por el estanque mientras él, remaba, como un poseído. Sudaba como un cerdo que es... y los remos empezaban a oler a madera quemada. A las tres horas dejamos la barca porque vino una ambulancia a buscarle. Por la espuma que echaba del ataque epiléptico que llevaba encima. Me despedí pero él estaba distraido con lo suyo.
Al llegar a mi piso "hipotecado" me estaban esperando la policía con un secretario judicial y otro notario para que abandonase el piso por impagos - les dije que no me salía de los ovarios - por lo que me pidieron disculpas y se marcharon. Me puse hacer una colada de preservativos que tenía de varios días... comí algo en cáritas y me fui a jugar unos cartones al bingo. FIN.
Eloy Peña Rico, denunciante oficial del Ayuntamiento de Madrid.