Una tarde primaveral en Benidorm
en la cola de un supermercado...,
estabas a mi lado sin ir juntos.
Nos miramos y sin decir nada, hablamos.
Porque una mirada expresa más que la palabra.
-
Salí primero y parado te esperé
me viste y viniste hacia mí
como si me conocieses de siempre.
Sin saber porqué, tus primeras palabras:
HOLA, ¿Cómo estás!. ¡SOÑANDO!, respondí.
-
Unas frases bastaron
con sonrisas de felicidad
para hacerme sentir.
Tu teléfono lo tengo
pero no quiero hacer uso de él.
-
Viví... que serías un imposible
para el que no estoy preparado.
Seguro que nunca lo llegues a leer
te deseo lo mejor aunque estés lejos de mí.
¡Qué será de tí!...,.
-
Eloy Peña.
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