Poco a poco y día a día
me estoy alejando de mí.
No por ver como pasa el tiempo
ni por faltarme nada para vivir.
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Es como si mi otro yo...,
me estuviese diciendo algo
que no llego a entender.
Algo, que me hace dudar.
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Dudar de porqué nací
y que me tengo que ir.
Más que una agonía es melancolía
que me hace ser el que no era.
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Antes era feliz viendo a los pájaros volar
ahora los felices son los pájaros viéndome a mí.
Cuando me hablan o veo algo no lo entiendo.
Teniendo una memoria de elefante
con un cuerpo que no me merezco.
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Mi mente es de un niño y mi cuerpo de un tarzán.
No fumo, ni bebo y creo que aún existen las mujeres.
Cuando era un joven no entendía a los mayores
ahora soy yo el que no entiende el de los jóvenes.
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El ciclo de la vida se repite. Los ríos a la mar van.
Amanece y anochece todos los días.
Los pobres existen para que vivan los ricos.
La Iglesia que fundó Jesús ni Dios la entiende.
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Una juventud envejecida que piensa en no pensar.
Sin trabajo, ni proyectos o ilusiones.
Eso ¡SI!..., sobrada de amores.
Embrutecidos por las modas, el fútbol o el móvil.
También las drogas o sus padres separados.
A los que ven sólo... si un juez se lo permite.
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Por lo que cuento y otras cosas que callo...,
me doy cuenta de que he vivido demasiado.
Casi siempre en soledad.
Porque desde muy chaval
supe que la vida es para vivirla.
¡NO!, para dejarla pasar.
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Eloy Peña.
Espléndido...
ResponderEliminarMi querido Eloy: tú piensas, razonas el porqué de las cosas, y existes..hasta que dios quiera...pero ayssssssssssss de los que existen pero ni razonan ni piensan ni saben lo que hacen!!!!. Nunca se vive demasiado...creo que es la forma en la que vivimos...."Soledad es tan tierna como la amapola...". un besazo
ResponderEliminarNunca me cansaré de darte las gracias, Mark.
ResponderEliminarEl problema del ser humano es que no sabe valorar en vida... la SOLEDAD.
ResponderEliminarVenimos SOLOS y, así, nos vamos.
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Sólo, un beso bien dado... vale más que mil lametones.